Sevilla tiene un color especial
Esta nueva entrada pertenece a Paz luque, una de esas superatletas que compaginan un trabajo que le obliga a viajar y variar mucho los horarios con la preparación de una maratón. En este caso Paz nos cuenta su experiencia en el proceso y consecución de la maratón de sevilla.
«La temporada 2015-2016 se presentaba con mucha incertidumbre. Pues no es hasta mediados de Septiembre cuando me comunican que he sido seleccionada para realizar un programa de formación internacional y que los próximos 6 meses mi sede, por suerte, iba a ser en Valencia aunque sabiendo que tendría que viajar mucho.
En ese momento retomo el contacto con Resistentia, que tras el MD Valencia había hecho un parón. Tenía claro que mi objetivo, esta vez, no podía ser de Triatlón pues la temporada de triatlón comienza en Marzo y ya para esa fecha habré cambiado de sede. Es entonces cuando decido que este año es el año para correr mi primer Maratón y dónde mejor que en Sevilla.
La preparación ha sido todo un encaje de bolillos por parte de Resistentia, pues no ha habido semana que estuviese la semana completa en Valencia y compatibilizar los entrenes con las larga jornadas laborales no ha sido tarea fácil, lo bonito de este deporte es que estés donde estés siempre puedes encontrar un hueco para correr y… ¡qué mejor manera de conocer los lugares!
En los meses previos, ha sido clave tener a mi lado a Luís en los días que el agotamiento me podía, los días que había que ir al Gym y por supuesto en esas tiradas largas. Ha estado ahí para animarme y darme el apoyo necesario para cumplir.
La semana previa me pillaba fuera de España, ello suponía tener que cambiar mi rutina, tener todo el material preparado para la carrera con una semana de antelación y con los nervios en el estómago de que la compañía aérea ¡no perdiese mi maleta! El jueves, recibo una llamada de Luís diciéndome que ha tenido un accidente con la moto y no sabe si podrá correr… Más nervios aún… eso quería decir que iba a afrontar este gran reto sola…
El viernes aterrizaba en Sevilla, ¡mi maleta llegó perfecta! allí me esperaba mi hermano y unas horas más tarde iría a la estación de tren a recoger a Arturo, Valeria y Juanito quienes estuvieron todo el fin de semana apoyándonos. El sábado por la mañana llegaba Luís, aún con la incertidumbre de no saber si iba a correr o no por el dolor de rodilla que tenía.
La noche de antes recibí esa llamada tranquilizadora de Jose para darme ánimos y decirme que todo iba a salir bien. ¡Gracias!
Llegó el gran día… el día amanecía frío… nos levantamos con bastante tiempo para desayunar y coger el autobús que nos dejaba en el estadio olímpico. Una vez en el bus, ya estábamos metidos en la carrera ¡había un ambientazo! Dejamos las mochilas en el guardarropa y nos dirigimos a la línea de salida. Tuve que empezar a correr con el cortavientos porque ¡Hacía mucho frío!
La carrera la planteamos marcándonos mini metas, la primera meta era llegar al km5 que sabíamos nos estaban esperando nuestros supporters, antes de llegar al 5 Luís me pedía un Ibuprofeno porque la rodilla empezaba a molestarle… (¡Qué miedo!), la segunda meta era llegar al km12 para ver cómo iban nuestras sensaciones y ver si podíamos ir unos segunditos más rápido, la tercera meta que nos marcamos fue en el km17 donde volvían a estar nuestros supporter, de momento íbamos según lo previsto, aunque Luís en cada avituallamiento se paraba a ponerse réflex en la rodilla, a partir de aquí vinieron unos kilómetros un poco más aburridos, por el recorrido y porque sabíamos que no veríamos a nuestra gente hasta el km30.
¡Bien, ya estamos en el Km30! Arturo y Valeria se unen a nuestra carrera. Hablamos, le contamos las sensaciones que estamos teniendo, alguna anécdota… y aquí es donde empieza mi maratón… Empieza la parte más bonita de la carrera pero sin duda la más dura… Queda correr 10km de cabeza y 2km de corazón. Y así fue, sobre el km35 la carrera se me empieza a hacer larga, Valeria me da ánimos y yo ni le contesto, Luís se me acerca para ver cómo voy y le hago un gesto para que no me hable, mi cabeza sólo piensa en el momento de llegar a meta… me concentro y sigo corriendo.
¡No queda nada! Estamos en el km40, la rodilla de Luís aguanta y ya sólo queda correr 2km de corazón… Valeria y Arturo nos dejan y nos queda muy poco para entrar en el estadio olímpico ¡Qué sensación…! Íbamos a hacer realidad un sueño… Entramos al estadio olímpico y se ve la meta…, en la grada están todos para compartir con nosotros ese momento inolvidable… ¡Ser maratoniano!
No podría explicar con palabras el sentimiento que tuve al cruzar a meta… sentimiento que quiero seguir experimentando…
A la mañana siguiente como viene siendo habitual, tenía que coger un avión a primera hora… gracias a Resistentia y a la importancia que le da a cada detalle en su preparación, ¡Estoy como nueva! Así que… Deseando volver a España y empezar a preparar el siguiente objetivo.»
“En la vida tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes estás en lo cierto”
Leave A Comment